Conectar con nuestros valores personales no es solo un ejercicio de introspección. Es un paso estratégico hacia la coherencia, la seguridad interna y el compromiso con nuestros propios sueños.
Desde Inserta Empleo, estamos convencidos de que no se puede avanzar hacia el empleo o el emprendimiento sin antes hacer una parada clave: mirar hacia dentro. En un mundo que nos empuja constantemente a actuar, producir y decidir, a veces se nos olvida algo esencial: preguntarnos quiénes somos realmente y qué es lo que nos mueve de verdad. Por eso, en nuestros talleres de habilidades previas a los Encuentros de Empleo, el punto de partida no es un currículum ni una idea de negocio, sino algo mucho más profundo: el conocimiento personal a través de los valores.
Los valores: una brújula interna.
Los valores no son simplemente palabras bonitas o conceptos abstractos. Son esas creencias profundas que guían nuestras decisiones, nuestras acciones y la forma en que nos relacionamos con el mundo. Funcionan como una brújula interna que orienta nuestro camino, sobre todo cuando tenemos que tomar decisiones importantes.
Cuando los identificamos, podemos entender por qué ciertas situaciones nos generan incomodidad, por qué unas metas nos ilusionan más que otras o por qué hay decisiones que, aunque parezcan “correctas” desde fuera, no terminan de hacernos felices. Saber cuáles son nuestros valores es como encender una linterna en medio del bosque: de pronto, el camino se ve más claro.
Una formación basada en la práctica y la reflexión.
Por eso, en Inserta Empleo enfocamos la formación en habilidades desde una dimensión práctica y vivencial. A través de dinámicas participativas y ejercicios de reflexión, ayudamos a las personas a explorar sus valores fundamentales y a comprender cómo estos se han ido formando a lo largo de su vida: a partir de la familia, las experiencias, los referentes personales, los momentos difíciles y también los logros.
Una vez reconocidos, trabajamos en cómo alinear esos valores con los objetivos profesionales y vitales. Este paso es clave para construir un proyecto coherente, auténtico y sostenible en el tiempo. Porque cuando nuestras decisiones están en sintonía con nuestros valores, todo cobra más sentido. Aparece la motivación genuina, la energía necesaria para afrontar los retos y la confianza para avanzar.
Un proceso que transforma desde dentro.
Este proceso no solo mejora la autoestima, sino que proporciona una claridad valiosa a la hora de definir el rumbo. Porque no se trata solo de responder a la pregunta “¿qué quiero hacer?”, sino también de profundizar en “¿quién soy?”, “¿qué es importante para mí?” y “¿por qué quiero hacer esto?”. Las respuestas a estas preguntas no siempre son inmediatas, pero son la base de un compromiso auténtico con uno mismo.
Y en ese viaje de autoconocimiento y transformación, no estamos solos. Desde Activa-T Extremadura, seguimos acompañando este proceso con herramientas prácticas, dinámicas colaborativas y, sobre todo, con la certeza de que el primer paso para avanzar es saber hacia dónde queremos ir… y por qué.
Porque cuando hay claridad, hay fuerza.
Y cuando hay valores, hay dirección.
